martes, 15 de septiembre de 2009

Señor y Virgen del Milagro

Un poema para disfrutar...

Milagro salteño

Desde la infancia te amé,
dulce Cristo del Milagro,
al ver tus ojos cerrados
que escondían la victoria.

Tú protección amorosa

llenaba mi corazón,
y cual capullo de rosas
sentía abrir mis entrañas
en los días de septiembre
en primaveras de amor.

El rojo fulgor del alma
se mostraba en los claveles
que a Tús pies resplandecían
como signo de esperanza.

A Tu lado la más bella
de las hijas de esta tierra
Madre amada y admirada,
Madre de claveles blancos.


Protectora universal
que se quedó en esta tierra,
para mudar de color,
para amarnos sin medida.

Bendito seas Milagro,
por la fe y por la alegría;
Bendito seas Milagro,

por renovar Vuestro Pacto,
por quedarte con nosotros

en claveles rojos y blancos.
AZUR
http://www.tupoema.com.ar/beta/poema48336.html

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